
Los cangrejos ermitaños no son como otros cangrejos. No tienen caparazón propio. Su cuerpo es blando. Para estar a salvo, deben encontrar un caparazón.
Los cangrejos ermitaños usan conchas de mar. Se meten en ellas. La concha de mar se convierte en su casa.
Photo Credit: Dynamic Graphics Group/IT Stock Free/Alamy Stock Photo