
En vez de usar sus ojos, ¡usan sus oídos! Los murciélagos emiten ondas sonoras (vibraciones que viajan a través del aire, del agua y de otras cosas) por la nariz o por la boca. Las ondas sonoras rebotan al dar contra distintos objetos. Las ondas regresan a los oídos del murciélago como un eco. Los murciélagos usan ese eco para “ver”. Así saben dónde están los objetos. Saben el tamaño y la forma de esos objetos. Esto se conoce como ecolocalización.
Algunos murciélagos comen insectos tales como las mariposas nocturnas. Primero, el murciélago descubre una mariposa nocturna. Entonces, emite rápidamente muchas ondas sonoras. Ahora ya sabe dónde está la mariposa. ¡El murciélago puede volar hacia ella y cazarla para su cena!
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